¿Qué es la asertividad?

La asertividad es la capacidad de comunicarse de forma eficaz, de manera que se expresan los propios pensamientos, creencias y opiniones al mismo tiempo que se respetan los derechos de los demás.

Por lo tanto, la asertividad tiene que ver con poseer unas adecuadas habilidades sociales. Según Caballo (1986): “La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos del mismo, de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas”.

LOS ESTILOS DE COMPORTAMIENTO

Cuando alguien nos hace una crítica, pregunta, comentario,… nosotros podemos responderle de tres formas distintas: agresiva, inhibida o asertiva.

Estilo agresivo

Las personas que utilizan este estilo de respuesta se sienten superiores a los demás, con derecho a expresar y hacer lo que quieren sin respetar el derecho de los otros a ser tratados con respeto. Los demás suelen hacer lo que ellos digan, porque les tienen miedo. Pero las personas que responden de forma agresiva suelen estar siempre solos, porque la gente se aleja de ellos por el miedo que les tienen y porque no respetan a los demás. Es decir, las personas agresivas muchas veces consiguen lo que quieren, pero a cambio suelen sentirse muy solos y muy culpables.

Por ejemplo: Mario está en la calle haciendo cola para llamar por teléfono en una cabina. Lleva y aun rato esperando y justo cuando llega su turno, un señor que acaba de llegar se le cuela. Mario empieza a decirle: “Pero, ¿qué hace usted? ¿Qué se ha creído? ¿Que soy imbécil? Pues no tiene cara el tío, que llevo yo aquí media hora esperando y ahora llega él con su cara bonita y se cuela”.

Vamos a pensar en la irracionalidad de la reacción de Mario. Pensemos por ejemplo que el señor no se ha dado cuenta de que Mario estaba antes esperando. Ha sido una reacción desmesurada, tanto en la forma de decirlo (en un tono de voz alto), como en las palabras que ha dicho (insultos y descalificaciones). Además, Mario ni siquiera le ha dado la oportunidad de justificarse o disculparse. Lo único claro que ha conseguido es enfadarse y tratar de modo inadecuado a una persona que se ha llevado una mala impresión de él.

Estilo Inhibido

 Ser inhibido significa que no respetas tu propio derecho a expresar tus ideas, necesidades, deseos, sentimientos y opiniones, porque tienes miedo de las consecuencias, no quieres meterte en problemas ni en discusiones, porque no crees en tus propios derechos, porque no sabes expresarlos, o porque crees que los derechos de los demás son más importantes que los tuyos. Las personas inhibidas suelen hacer todo lo que quieren los demás, nunca consiguen sus propósitos y todo el mundo se aprovecha de ellos. Se sienten inferiores a los que les rodean.

Por ejemplo, Mario cuando se le cuela el otro señor para llamar por teléfono empieza a pensar para sus adentros “yo estaba aquí antes, pero… me da cosa decirle algo vayamos a que por una tontería de nada líe una discusión,… total, por una llamada más que espere no va a pasar nada”. Mario tiene derecho a llamar antes que el señor, puesto que estaba allí antes. Pero no se ha atrevido a defender ese derecho, con lo que solo ha logrado esperar más rato, sentirse mal y autoconvencerse de que no tenía importancia. Seguramente se habrá quedado con la sensación de que se han aprovechado de él.

Estilo Asertivo

Ser asertivo significa que tú expones honestamente tus sentimientos y opiniones libremente, sin dejar de tener en cuenta tus derechos (como ocurre en el estilo inhibido), y sin pisotear el respeto por los demás (como hace el agresivo). Las personas asertivas consiguen que los demás sepan lo que piensan y tienen oportunidad de conseguir lo que necesitan o desean. Además evitan sentirse resentidos, enfadados, culpables, solos, etc., puesto que si muestran respeto por los demás, entonces ellos también te respetan. Por lo tanto, con este estilo de respuesta es con el que, por lo general, conseguimos las mejores consecuencias (cosa que no se logra siendo agresivo ni inhibido). Las personas asertivas se sienten a la misma altura o nivel que los demás, por eso respetan y son respetados.

Por ejemplo, Mario le dice al señor que se ha colado: “Disculpe, pero estaba yo aquí antes de que usted llegara, así que me toca a mí hacer la llamada primero”. Mario ha logrado hacer respetar su derecho. Ha tratado educadamente al señor y ha conseguido lo que deseaba (hacer la llamada primero, puesto que era lo justo). Ha solucionado ese pequeño problema sin necesidad de insultar o de enfadarse, ni de callarse y aguantar algo injusto.

Todas las conductas que realizamos cuando estamos con la gente las podemos encontrar en un continuo en cuyos extremos se encuentran las dos maneras de actuar que, una por defecto (inhibida) y otra por exceso (agresiva) sólo nos causan problemas a la hora de mantener unas buenas relaciones sociales.

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INHIBIDA                                          ASERTIVA                                         AGRESIVA

En la parte intermedia, se encuentra la manera de actuar que no tiene los inconvenientes que tienen las otras dos, por lo que es la respuesta que más ventajas tiene y la que tenemos que elegir en cualquier situación y con cualquier persona.

El lenguaje no verbal

Hasta ahora nos hemos centrado en la forma de responder con estos tipos de conducta verbalmente, pero siempre hay gestos, expresiones de la cara y posturas que acompañan a estos tres tipos de respuesta.

Las ventajas de la asertividad

Una vez conocemos en qué consiste cada uno de los tres estilos comunicativos es fácil concluir que comportarse asertivamente elimina los inconvenientes de los otros estilos y todo se convierte en ventajas.

Si quieres aprender más sobre asertividad, no te pierdas este artículo donde se cuestionan los principales patrones de pensamiento que son contrarios a la asertividad.

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