Mindfulness

El midfulness es la capacidad para prestar atención plena al momento presente, haciendo de este una experiencia expandida. Es como vivir instalado en la vida y no de paso.

En un artículo anterior, habláblamos de la técnica de la parada del pensamiento. En este artículo vamos a ver algo relacionado con ello, ya que la palabra mindfulness sifnifica literalmente mente plena.

 El término suele asociarse con práctias de la espiritualidad Oriental, tales como el budismo. Esto es debido a que en él se dan muchas prácticas que ahondan en esta capacidad hasta grados altísimos. No obstante, la mayoría de tradiciones religiosas utilizan mindfulness de una u otra manera. En el cristianismo se reza el rosario. El musulmán reza en posición de plegaria varias veces al día muy ocncentradamente. En el judaísmo los fieles se golpen repetitivamente contra el muro de las lamentaciones. Y muchas tradiciones tribales incluyen rituales repetitivos y extansiantes para invocar a sus deidades.

Todas estas prácticas generan mantras que son repetidos una y otra vez por las personas que las practican. Ello les permite conectarse con el momento presente, generando así una sensación de control.

Así, la disciplina del mindfulness ha sido muy estudiada en Occidente en los últimos treinta años. Entre los beneficios demostrados científicamente del mindfulness se encuentran:

• Reducción del estrés psicológico, la ansiedad y la depresión.
• Aumento de la afectividad positiva.
• Mayor sentimiento de bienestar.
• Aumento de la capacidad de memoria a corto palazo y de concentración.
• Reducción de la reactividad emocional.
• Mejora de las relaciones interpersonales o mayor flexibilidad cognitiva.
• Enfermedades cononarias.
• Hipertensión.
• Cáncer.
• Dolor crónico.
• Fibromialgia.
• Diabetes tipo I.
• Asma y otros trastornos respiratorios.
• Psoriasis.
• Cefaleas.
• Esclerosis múltiple.

Algunos ejemplos de prácticas cotidianas de mindfulness:

• Pasar por un jardín y tomar un momento para oler las flores detenidamente.
• Sentarse con los ojos cerrados a escuchar el rumor del gua corriendo por un río o cayendo de una fuente.
• Comer o beber algo despacio saboreando cada bocado o trago como si fuera único.
• Caminar notando en la suela de nuestros pies las irregularidades del suelo que pisamos: adoquines, piedras, arena…
• Bañarse notando conscientemente el tacto de la temperatura y las fluctuaciones del agua sobre nuestra piel.
• Mirar un cielo estrellado durante un largo rato prestando atención sólo a los puntitos de luz del cielo.
• Cultivar pequeños momentos meditativos.
• Rezar estando plenamente conectados con lo que hacemos y la conexión que buscamos.

En general, haremos mindfulness cada vez que generamos un momento de meditación o contemplación de forma plenamente conscientemente.

Si te apetece leer sobre una práctica de mindfulness más en profundidad, te recomendamos este artículo.

Si quieres saber más o crees que necesitas ayuda para aprender a vivir de forma más consciente, pausada y calmada, hemos seleccionado para ti a los mejores psicólogos de Granada.

Déjanos tu comentario