Mi hijo miente

Cuando nuestros hijos son pequeños les enseñamos que en función de cómo se comporten las consecuencias sobre los padres serán diferentes. Para ellos lo más importante es tener la aprobación de papá y mamá, lo que a veces les lleva a mentir.

Durante los primeros años de vida, los niños no diferencian entre realidad y fantasía. La edad en la que una mentira se considera intencionada depende de la madurez del pequeño.

Para prevenir o evitar las mentiras de los más pequeños de la casa debemos saber que los padres somos su principal modelo. Por ello cobra vital importancia la actitud que adoptemos frente a estas situaciones y así evitar que la mentira se convierte en un recurso habitual.

En este artículo podéis encontrar algunas claves que pueden servir para mejorar éstas situaciones con vuestros hijos.

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