Internet: la nueva droga

Navegar por internet puede llegar a causar los mismos efectos que una droga clásica, llegando a la adicción

La drogadicción ya no está en la calles, está en las casas y se llama Internet. Todas las sociedades han consumido ciertas drogas. En nuestra sociedad las reinas son el alcohol y el tabaco, entendidas como poco peligrosas y sustancias orientadas a la socialización.

En otras sociedades podemos encontrar la socialización de drogas como el cannabis o sustancias psicotrópicas usadas en diversos rituales ancestrales: como el peyote, la mescalina o la ayahuasca. Durante el siglo XIX, incluso, drogas como la cocaína o el opio eran legalmente comercializadas y consumidas por todo tipo de personas, sobre todo en países como EE.UU., Inglaterra o Francia, y aunque en menor medida también en España.

Hoy en día parece que tenemos más consciencia, al menos a nivel institucional y legal, sobre el efecto nocivo de ciertas sustancias en nuestro organismo. Es por eso que las legislamos sobre ellos para evitar su comercialización y consumo, especialmente en los menores de edad.

Sin embargo, en las últimas décadas, una nueva droga ha aparecido en prácticamente todos y cada uno de los hogares de Occidente: Internet. Al ser una actividad y no una sustancia nociva, entra dentro del grupo de «adicciones no tóxicas». Se refiere no sólo al uso de internet, sino de todo tipo de tecnología y hábitos de consumo que pueden llegar a ser adictivos.

Es por eso que como sociedad, tal vez estemos cometiendo un error al ofrecer self service en el uso de internet. Tal vez no tengamos aún la suficiente conciencia de lo que el uso indiscriminado de la tecnología y la navegación por internet puede generar en los cerebros, especialmente de los nativos digitales (aquellos que nacieron ya en la era digital) y, por lo tanto, tienen acceso a ello desde bien pequeños.

Según algunas estimaciones, el 6% de la población mundial es adicta al mundo online.

Es por eso que debemos cuidar el uso que hacemos de internet y velar para que los más pequeños lo usen de manera razonable, tanto en contenido como en tiempo de uso diario. Os dejamos con algunos consejos:

– Cuida tus hábitos digitales como adulto. Los niños aprenden de lo que ven.

– Limita el uso de la tecnología a un tiempo diario razonable, máximo dos horas al día.

– No permitas que tus hijos se autogetionen en el uso de la tecnología. Es muy fácil que incurran en el abuso.

– Genera hábitos saludables de diversión y ocio: salidas, juegos de mesa, lectura, manualidades, actividades en familia, deporte… Promocionando así la INTERACCIÓN REAL.

– No permitas que el uso de la tecnología se convierta en una fuente de conflictos en casa. Si eso pasara, asume el control de forma radical.

– Para los más pequeños, permite el uso de internet de manera moderada sólo en las zonas comunes de la casa, evitando así el aislamiento dentro del hogar.

– También puedes usar algunas aplicaciones de control parental.

– Cuando salgas de casa con tu familia y/o amigos «déjate el móvil olvidado». 😉

Con todo, si crees que tienes un problema de adicción a internet o que el uso de la tecnología se te ha ido de las manos y buscas un psicólogo en Granada que pueda ayudarte, estás en el sitio correcto.

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